Nos encontramos enfrentados al cambio del paradigma tradicional de aprendizaje. Thomas Kuhn señala que las revoluciones científicas se producen cuando las viejas teorías y métodos ya no pueden resolver los nuevos problemas. A estos cambios de teorías y de métodos los llama “cambios de paradigma”.
El concepto tradicional del proceso de aprendizaje está centrado principalmente en el docente, quien habla la mayoría del tiempo y realiza mayor parte del trabajo intelectual, mientras que los alumnos se conciben como receptáculos pasivos de la información.
En este nuevo contexto los estudiantes deberían adoptar un papel mucho más activo en su proceso de aprendizaje, pasando de ser meros receptores de información a ser constructores de su conocimiento a través de la búsqueda, selección, procesamiento y asimilación de la información. Por su parte, el profesor deberá ser más que un simple transmisor, se tendrá que convertir en un “facilitador” (Adell, 2001), un guía sobre fuentes apropiadas de información, un creador de hábitos y destrezas de búsqueda, selección y tratamiento de la información. Para ello, necesita formarse, tanto técnica como pedagógicamente, y previamente conocer sus necesidades, su contexto, reflexionando sobre y en la práctica.
Los procesos de aprendizaje son las actividades que realizan los estudiantes para conseguir el logro de los objetivos educativos que pretenden. En el acto de aprender se pueden distinguir varias fases:
Período de información: Se caracteriza por la búsqueda y acopio de datos a adquirir
Período de elaboración: Es la ordenación crítica, la selección y la relación entre los datos obtenidos.
Período de asimilación: es el de fijación del conocimiento.
Período de transferencia: En el que se lleva a cabo la aplicación de lo aprendido.
Período de control: Es el análisis por el que el alumno juzga su propio aprendizaje.
En el nuevo paradigma educativo es necesario “aprender a aprender”, puesto que la formación no se ciñe a un espacio y tiempo determinados; es necesario aprender durante toda la vida y para ello es imprescindible ir construyendo diariamente. Recordemos que el constructivismo se nutre de las aportaciones sobre el aprendizaje de distintas teorías: desde los estudios cognitivos de Piaget y la relevancia de la interacción social en la educación defendida por Vygotski, hasta las corrientes de la psicología educativa que destacan la importancia del aprendizaje significativo (Ausubel et al., 1990)
Según la pedagogía constructivista, el docente actúa como mediador, facilitando los instrumentos necesarios para que sea el estudiante quien construya su propio aprendizaje.
Josec NobaK inspirado en Ausubel plantea que “el aprendizaje significativo subyace bajo la integración constructiva del pensar, el sentir y el actuar”.
miércoles, 29 de julio de 2009
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